miércoles, 5 de marzo de 2014

Capítulo 2.



La misma rutina. Me levanté, me duche y cambié (http://3.bp.blogspot.com/-oH405cR1f88/UDhNEN-Hi5I/AAAAAAAAMHo/tX0HuF712PU/s1600/2426273_DSC_0005.jpg) para ir nuevamente al colegio. En mi corazón podía sentir como la alegría lo inundaba, peiné mi cabello, y salí de casa, esta vez para llegar temprano al colegio. En la entrada me encontré con Taylor, y decidimos ir juntos a clase.

– Ayer Justin te llamó ¿cierto? –¿cómo lo sabía?
–¿Por qué? –dirigí mi atención a él–
–Ayer llamó a todo el mundo porque Danielle estaba cerca –reímos–
–Sí me llamó, fue raro, como nunca fuímos tan...
–¿Cercanos? –me quitó la palabra de la boca, sonrío– Justin es un buen chico ____ –entramos al salón, no estaba nadie de los chicos aún, así que decidimos sentarnos juntos– tú nunca le diste la posibilidad de que el pudiera entrar a tu vida, o más bien de ser amigos, siempre te encierras en tu mundo y no quieres que nada cambié.
–¿A qué viene esto? –fruncí el ceño– estabamos hablando de Danielle y...
–Te lo digo porque antes Justin gustaba de tí –soltó de repente y rápido–

Y en ese preciso momento fue que mi corazón se paralizo y comenzó a latir fuertemente, intente no sonreír, lo intenté pero lo único que me salió fue una risa nerviosa. Todo me daba vueltas. La alegría otra vez volvía. Comenzé a crear ideas que nunca podría concluir e historias que nunca comenzarán. Lo miré como si no pasará nada, él me miró divertido.

– ¿Por qué nunca me lo dijiste entonces? –reí–
–Tú nunca dejabas espacio para nadie, creo que con suerte a Jake. Nunca le dirigiste la palabra a Justin, a excepción de los "Hola". –río nuevamente, y me miró fijamente, esperando que le dijiera algo– ¿No me digas que lo empezaste a reconsiderar? vamos bro.

Sus palabras eran hirientes a veces, pero era directo y eso me gustaba. Inoportunamente entraron todos, y se dirigían a nosotros.

–No digas que te lo dije. –susurró rápido y se dio vuelta–

Pasaron las clases tan rápido, que ni cuenta me dí cuenta estabamos en el último periódo, "Música y Teatro".  En ese taller estaba Danielle, Justin y yo.  Fuimos a hacer la clase al auditorio, el profesor se paró firme en el escenario y comenzó a hablar.

– Este año chicos es el último, y ¿no quieren algo que recordar para siempre? –aclaró su voz– este año, todos juntos le daremos vida y forma a una obra –todos comenzaron a murmurar, sentí que alguien se sentó al lado mío, seguí escuchando– pero no esas típicas obras como Romeo y Julieta, o algo como High School Musical, que cantan cada escena –esta vez todos rieron–
–¿Qué está hablando? –me preguntaron–
–De que quiere algo de recordar, y que hará una obra –respondí sin gran atención–
–¿En serio? –me murmuró emocionado–
– Sí, Justin, cállate. –río–
–Para la audición de personajes, cada uno deberá cantar alguna canción propia o de algún artista, tocar algún instrumento o bailar. Pero, la audición deberá ser en pareja o solos, como quieran.
–Que absurdo –comenté–
– ¡Sí! –exclamaron todos–

El profesor dejó que formemos pareja o que prograremos que haremos. Justin y Danielle tuvieron contacto visual, se acercaron y comenzaron a hablar. Quería sentirme tranquila pero no podía, claramente no tenía ningún talento, ni nadie con quién ser pareja. Me mantuvé sentada todo el tiempo, mi chaqueta la utilizé como frasada, y comenzé a dormir. Minutos después sentí como me pinchaban la cara y una risa dulce alcanzé a oír. Abrí los ojos y ví a Danielle frente mío y Justin al lado de ella sonríendo. Que bello sonreía.

– ¡Despierta! –me dijo Danielle–
– Sí, sí –respondí seca–
– ¿Con quién eres? –me preguntó, Justin se acercó más a ella–
– Con él –apunté a mi lado–
–Pero si ahí no hay n... ah –hizo una mueca–
– Y ¿tú? –pregunté de tonta, sabía la respuesta–
–Con Justin, cantaremos una canción hecha por él, o eso entendí –río–

Justin la miró tan anonado, tan tierno, tan enamorado, que creo que sentí celos y la indiferencia tenía que disimularla un poco más.

– Claro, tengo muchas ideas y... –comenzó a hablar Justin entusiasmado, lo interrumpí–
–Y a mí ¿que me interesa? me largo, tengo sueño –me levanté del asiento– si viene el profesor a preguntar por mí hazte el imbécil, que eso te sale bien –me despedí con la mano–

Estaba tan saturada de estar allí, estaba sola, no tenía ningún talento y de seguro no conseguiría ningún papel y terminaría barriendo el piso por miserable. Comenzé a recordar lo que me dijo Taylor, y sonreí, el enojo se me iba, pero ¿si era broma? es que aunque lo piense, sé que no es así, me ilusioné y cada vez que pienso en ello y en Justin todo el mundo da vueltas. Él me hace sentir una sensación extraña, cuando me habla o me sonríe, me da vergüenza y nervios, mi corazón comienza  a latir fuerte y Danielle me cae bien, pero ¿por qué tuvo que ser ella? Es imposible detener mis sentimientos, cada sonrisa de él, cada vez que me habla o me mira, él alimenta esos sentimientos que algún día llegará a ser un mounstro que va a ser imposible dominar.

lunes, 24 de febrero de 2014

Capítulo 1.



Un débil rayo de luz atraveso la perciana de ____ y ella abrió los ojos lentamente, maldiendo una vez más la mañana de un lunes, otra vez al colegio. Se levantó, eran las 7:45 en punto, no se preocupo por apurarse, de todos los malditos modos llegaría tarde, como siempre, o la gran mayoría del tiempo. Se duchó y cambió, tomó su bolso y salió de su casa, tranquilamente caminaba hacía su colegio que quedaba a solo cuadras de su casa, y aún así llegaba tarde. Llegó al colegio, y vió como algunos llegaban atrasados y corrían por el pasillo, ella tomó el camino que la llevaba a su salón, era lunes por la mañana, le tocaba Química. Entró y se fue a su puesto, al último en una esquina, estaba Jake, su mejor amigo, y adelante de ellos Ryan y Justin, riéndose como siempre.

–  ¿No conoces las alarmas, ____? –le preguntó Jake, ella suspiro.
–  No, y tampoco quiero conocerlas. Y primero saluda a tu amiga, imbécil –río, él junto a ella.
–  Hola, hola –dijo resignado, y se saludaron de puño, junto con Ryan y Justin.
–  ¿La maestra no vino, o qué? esa vieja puta nunca falta –dijo ____ una vez sentada y comiendo chocolate con ellos.
– No vino, vinieron a decir que le dió un ataque de pánico, por algo el desorden –explicó Ryan.
–  ¿Vino Danielle? –preguntó de nuevo ____ y hubo un diminuto silencio– Necesito que me regrese mi cuaderno.
–  Pregúntale a Justin –soltó Jake, y con Ryan se rieron, ____ no entendía el porque.
–  Sé que no soy hombre, por eso no entiendo a veces, pero su amiga sí.

Aunque sabía que amiga de Justin no tanto, él había llegado el año pasado y nunca habían hablado lo suficiente como para llegar a hacer tan amigos como Ryan o Jake, no tenían un lazo tan fuerte.

–  ¿Qué ha pasado?
– Que no ha pasado, ____. Justin le gusta Danielle – Justin golpeó levemente a Jake en el hombro.
– Y ¿qué tiene manga de idiotas? –se recostó en el respalda de su silla.– Lo dicen como si fuera del otro mundo que alguien guste de otra. –Justin la miró, ella solo sonrió al aire.

Siguieron bromeando hasta que dieron las 10:00 A.M. Era hora de recreo, se juntaron con Taylor, otro chico que era parte de su grupo, y fueron a la cancha. Justin y ____ fueron a comprar sandwichs.

– ¿Quieres uno? –le ofreció Justin.
–  No, gracias. No me gustan pero gracias. –y debilmente sonrió, Justin la miró.
– ¿Te pasa algo? –tomó los sandwichs y ____ lo ayudó un poco.– Últimamente no has comido tanto como otras veces, sé que no soy tu amig...
– No pasa nada –le volvió a sonreír– Estoy bien.

Llegaron a la cancha, y repartieron la comida, Jake le dijo algo al oído a ____ y ella negó con la cabeza, él la miró fijamente y la abrazó.

– Ya va a pasar, ____, ya va a pasar –Jake abrazó aún más fuerte a ____.
– ¿Interrumpó algo? –llegó Justin. Jake y ____ se separaron– ¿Puedo hablar un momento contigo?
– Claro hablen. –dijo ____, Justin se rió, la volvió a mirar enternecido.
– Es contigo. –le sonrió.

____ le quedó mirando detenidamente, y miles de mariposas saltaron por su estómago, por favor no empezemos, sé lo que va a venir. Ella lo seguía mirando mientras él hablaba. Su sonrisa estaba distinta, sus ojos se volvieron más profundos y claros, su rostro, ¿su rostro desde cuando se volvió tan... perfecto?

–  ¿Puedes? –le suplicó.
–  Ah, que, que, ¿qué cosa? –se había desconectado mirando cada parte de su rostro.
–  ¿Qué si me puedes ayudar con Danielle? Ya sabes –divertidamente le pegó en el hombro.
–  ¿En qué cosa? no sé de que hablas –volvió a tomar postura, y lo escuchaba atentamente.
–  ¿Puedes conseguir el número de Danielle? ella me gusta –se sonrojó leve– Y bueno, tengo que comenzar con algo. –se acarició la nuca.
–  ¿Tú de que mierda de cara ves que tengo? –hizo una mueca– Si quieres empezar con algo, anda y hablale. No esperes que yo haga el trabajo, anímate y conversale, no seas como estos putos –indicó a Ryan y Taylor.
–  Supongo, que gracias. –dijo Justin con la cabeza baja.
–  No interesa, para eso estoy. –terminando dandole palmadas en la espalda– Y yo que te creía como Ryan y Taylor.
– En realidad, sí soy así. –Pusó una pose de seductor, esta vez ella se sonrojo, como odiaba que pasará eso– Pero cuando me gusta en realidad, creo que soy más vergonoso, me cuesta aceptar mis sentimientos. –rió, ____ le siguió la risa, y lo dirigió con el resto que ya se iba a clase de nuevo, antes de que ella realmente colápse.

Tocó el timbre largo, anunciaba que por fin todos se iban a casa. Todos se juntaron para ir a casa, ____ podía sentir las miradas en ella. Así que por eso habló primero.

– Me voy a casa. Sola. Adiós.

Y salió corriendo. Cuando se encontraba un poco más lejos del colegio y de ellos, se tranqulizó un poco más. En su iPhone sonaba Grow Up de Paramore. Camino hacía su casa más rápido de lo normal. Nadie en casa, como siempre. Subió a su habitación y se tiró en la cama. ¿Qué fue lo que pasó en el colegio? Y Justin vino a su cabeza. Lo comenzó a mirar de otra forma, y de la nada. Siempre había estado al margen con sus chicos. Quizás fue porque ha sido la conversación más larga que han tenido, o porque le sonrió. Su sonrisa era lo más perfecto, y sus ojos eran un paraíso. Mientras todos esos pensamientos estaban dentro de su cabeza, inconsientemente se le formó una sonrisa en el rostro, y las mariposas volvieron a escaparse de su nido. Girls de The 1975 comenzó a sonar, la estaban llamando.

– ¿Sí? –contestó–
– Danielle está a menos de 5 metros de mí, y viene en mi dirección, ¿que hago? –soltó rapidamente una voz–
– Hablalé, ¡eres un imbécil! –gritó la chica castaña– Puedes cojerte a una chica cualquiera, pero te da vergüenza decirle "Hola" a otra.
– Ayúdame... por favor –suplicó, ella suspiró fuerte y relajo sus músculos–
– Vé y dile, que yo dije que me mande mi cuaderno de Biología, excusa perfecta para ver si te trata bien.
– Ahí viene – cortó–

Y otra vez esa sonrisa inconsiente volvió a crearse sin su permiso.